Todos los hombres y mujeres alcanzamos nuestro mas alto destino siendo fuentes de amor.
La mayoría de las personas reservan su amor más auténtico para una pareja, y en su caso, para los hijos que se tienen con esta.
Pero desgraciadamente ese amor en los tiempos que corren dura lo que dura, y cuando la relación se resquebraja, el embalse de amor se trasforma en fuente de ansiedad y angustia.
Ansiedad por el miedo difuso a la pérdida de la relación, y de angustia por el sentimiento de desesperación ante la périda de control de lo que puede estar sucediendo, o lo que nos imaginamos que está pasando, y no deseamos que ocurra. Especialmente para la pareja que no toma inicialmente la decisión de la ruptura.
A veces, con la mejor intención, quien toma la decisión en la pareja intenta minimizar el daño en el otro, ofreciéndole su amistad o proponiendo el clásico «aquí estoy para lo que necesites», consiguiendo que mantenga una falsa esperanza que le dificulta aún más superar las consecuencias de esa ruptura sentimental.
Si estás viviendo una ruptura de pareja, vive el presente, intenta centrarte en el día a día.
Acepta que ha terminado la relación y ponte la meta de pasar página. Busca el ejercicio y el contacto con la naturaleza, la mejor conexión con los tuyos, nuevos aprendizajes, y especialmente el altruismo activo, como sería ejercer un voluntariado.
La reactivación en la fe también puede lo que nos ayude a trasformarnos positivamente.
Pero lo que no cabe admitir es que las personas que pasan por este doloroso trance, tengan que mantener su duelo por causa agenas a ellos. Por ejemplo por los lentos, escasos y costosos mecanismos jurídicos dedicados a estos conflictos.
Debemos progresar en mejorar los instrumentos que ayudan a sanar las heridas morales que producen los conflictos de pareja, paliando sus consecuencias, especialmente en los hijos comunes.
Por ejemplo, que se espera en mejorar el procedimiento judicial, instaurar la coordinación parental, los medios de detección de fraude y ocultamiento patrimonial, con puntos de acceso reales a las bases patrimoniales de las administraciones tributarias y de la seguridad social, instaurar un auxilio real de las inspecciones de trabajo y tributarias, mejorar en la atención de sercios sociales, etc…