UNA VIDA PLENA

Somos mucho más

que el tiempo que nos queda

caminando en el mundo.

 

Lo mejor es el camino,

si lo recorremos con Cristo,

el resto, literatura.

 

Amar, servir, reír,

sentirse vivo,

eso es lo que importa.

Pudiera ser cierto que a este mundo venimos solos y nos vamos solos; pero también lo es que cuando llegamos nos están esperando, y es triste que cuando nos vayamos nadie nos despida.

También pudiera ser que no vengamos tan solos. Que tengamos incorporado una capacidad de amor, que con los que nos esperan y los que nos encontramos en el camino, podemos desarrollar.

Pudiera ser también que la ciencia y la tecnología de los hombres, que ha progresado una barbaridad, no haya avanzado suficientemente en el desarrollo de su capacidad de amor.

Quizás por eso, la ciencia y la tecnología del hombre, en vez de ser utilizada para conseguir sociedades más humanas, se utiliza por unos pocos para esclavizar o descartar a sus congéneres, incluso a costa de destruir sus ecosistemas personales y naturales.

Hoy mismo, en la costa colombiana y en todos los municipios fronterizos prevalece la trata de las mujeres venezolanas. Son mujeres jóvenes en su mayoría, que por la precaria situación de Venezuela, las traen a estos territorios engañadas, y terminan secuestradas y explotadas sexualmente, y muchas de ellas drogadas. No denuncian porque son amenazadas, y además no saben como hacerlo.

Quizás Cristo nos advirtió de ese déficit básico, y nos avisó de la importancia del desarrollo de nuestra capacidad de amor.

Puede ser que para lograr dicho desarrollo debiéramos recordar más a Cristo, llevar a Cristo, vivir con Cristo.

Ayer vi una película, Nomadland se llamaba, que cuenta como en el oeste americano contemporáneo, la protagonista, después de perder a su marido por una enfermedad de este, y su trabajo por la crisis económica,  decide vivir fuera de la sociedad convencional como una moderna nómada, preservando el recuerdo de su marido, en la esperanza de reencontrarse con él.

Pero en su camino conoce a otro varón que le manda señales de que quiere caminar con ella, y la invita a vivir una vida menos solitaria y más cómoda junto a él.

Ella acepta en inicio su invitación, pero cuando siente que está cayendo en la tentación de una vida confortable en la familia que la ha acogido, pero perdiendo el sentimiento y el recuerdo del que fue su marido amado, vuelve al camino y a su soledad.

https://youtu.be/6sxCFZ8_d84

Leave a Reply

Your email address will not be published.Required fields are marked *