Cultura corporativa, lider humano, gestor de incertidumbres, son cualidades del estilo de liderazgo que la sociedad demanda hoy.
Este estilo se necesita no sólo en las empresas, en los despachos de abogados, también en la administración.
El líder tiene que saber organizar, programar, especialmente con el teletrabajo e identificar prioridades, tener un comportamiento específico respecto de la nueva cercanía y procesos de trabajo, dando autonomía y confianza a las personas.
El control más por resultados que por dedicación, es una necesidad de la realidad híbridad en que nos encontramos.
Este nuevo tiempo necesita nuevos managers, y los políticos reponsables de unidades administrativas también lo son.
Líderes más humildes y respetuosos, pero que a la vez sepan diferenciar sin que la distinción cause malestar.
Dar confianza, y alienar tu equipo en unos valores, y que esos valores encajen en la generalidad de la corporación o administración que preste servicio en un territorio.
Preguntar a las personas y sondear entre las unidades administrativas, antes de hacer cambios.
Escuchar a las personas de tu equipo y a tus clientes o ciudadanos para los que sirves.
Escuchar el bienestar y el malestar de cada miembro del equipo y en la organización.
Una comunicación potente en cada organización que debe actuar en un entorno cada vez más digitalizado y con nuevas herramientas de trabajo.
No es fácil, pero hay que darse cuenta que los objetivos personales y la forma de trabajar ha cambiado desde el origen de la pandemia.
Estamos en un nuevo entorno laboral y social. Hay que adaptarse a esos cambios si queremos dar una valor a los demás, ser útiles.
Las oficinas se parecían a las fábricas, tras la pandemia hay un anelo de trabajar de forma distinta.
Vamos a una nueva cercanía con nuevas herramientas de trabajo colaborativo, y nuevos procesos de trabajo.
A la hora de contribuir con nuestro talento, que los valores y objetivos de uno sean coincidentes con los de la organización en que trabajo es fundamental para el bienestar personal y desarrollo personal, por eso debo saber donde me meto.
En un tiempo de incertidumbre, la gestión de la confianza por los líderes es fundamental, como también lo es la regla de oro: no trates a los demás como no quieres que te traten a tí.
Justicia, vivir sin miedo, solidaridad, honestidad, ocupación de calidad, igualdad de oportunidades, sostenibilidad y valor de los econsistemas, sensibilidad en la integración de personas con discapacidad, son ejemplos de valores que se quieren hacer valer en esta nueva sociedad, y para hacerlos valer cada uno puede poner su granito de arena, empezando por el entorno laboral.
Los juzgados, como organizaciones que determinan soluciones a conflictos entre personas, coporaciones o entre las personas y las corporaciones, pueden y deben ser instrumentos fundamentales de este cambio.